Ser un emprendedor digital resulta apasionante pero no es un reto fácil. Un alto porcentaje de emprendimientos son abandonados a menos de un año de su inicio. ¿A qué se debe?
Los expertos coinciden en que se suelen cometer algunos fallos determinantes en el camino. Los repasamos…
1- No confiar en uno mismo (o en nuestra idea)
Para conseguir algo, primero es necesario creer que somos capaces de lograrlo; confiar en nosotros mismos y en nuestras capacidades. Como dijo Henry Ford,
2-No realizar un plan de negocios previo
Realizar un análisis del mercado (y de nuestra competencia) y desarrollar un plan de negocio antes de iniciar el emprendimiento sirve para darle una dirección al proyecto.
Además, nos ayuda a evaluar posibilidades, a saber cómo afrontar financieramente los obstáculos y saber concretamente si el negocio es viable o no.
3- Invertir los recursos solo en producto y no en estrategias de venta
Podemos desarrollar el mejor producto, el más innovador y útil, pero si no sabemos cómo venderlo toda va a ser en vano.
Tenemos que invertir en las herramientas de marketing que nos ofrece el mundo actual para posicionar nuestro producto o servicio, y en capacitarnos periódicamente para aprender a dominar las múltiples herramientas digitales que existen en la actualidad. Acordémonos de la máxima “no es lo que vendes, sino cómo lo haces”.
4- No aprovechar al máximo las herramientas digitales
Relacionado con el punto anterior, el mundo digital actual nos provee infinidad de herramientas efectivas a la hora de hacer marketing para nuestro emprendimiento.
Para vender un producto o servicios tenemos que comunicarnos activamente con el público objetivo, ya sea en apartados de la web, blogs, redes sociales o newsletters.
5- Tener visión a corto plazo
Si solo trabajamos pensando en un futuro inmediato y en ver ganancias lo más rápido posible seguramente nos vamos a frustrar. Emprender requiere cierta paciencia, tiempo y enfoque a mediano y largo plazo.
6- No medir los resultados
Todo lo que hagamos, tenemos que medirlo. Las métricas nos ayudan a saber qué estrategias dan resultados y cuáles no, qué es positivo para nuestro negocio y qué debemos dejar de lado.
Es bueno coger el hábito de medir los resultados de nuestras acciones para que nuestros esfuerzos sean más efectivos.
7- Desistir ante el primer obstáculo
Todo nuevo proyecto requiere una suerte de prueba y error: en cada paso, en cada etapa, tenemos que trabajar el ánimo y la confianza para no hacer que un error sea el fin de una gran idea o proyecto.
Si algo imprevisto surge, recordar que es una variable común en todos los emprendimientos y que se puede aprender de esa experiencia para mejorar en el futuro.