¿Qué es el marketing sensorial?
Todos buscamos posicionar nuestra marca en la mente del público. Pero pocos conocen el marketing sensorial, o lo que es lo mismo, las técnicas para estimular los sentidos del visitante desde una página web.
Se suele hablar poco de ello, y más de SEO o Social Media, dejando de lado la creación de una verdadera experiencia de marca, que al final contribuye al recuerdo a la fidelización de los clientes.
El Marketing Sensorial es la estimulación de los sentidos por medio de colores, texturas, sonidos, olores, sabores o temperaturas. A través de la vista, el olfato, gusto, tacto y oído es como llega toda la información a nuestro cerebro para luego ser calificada y, dependiendo de qué tan persuasivo sea el estímulo, se quedará alojada o pasará sin pena ni gloria por nuestra mente.
Por ello es que parte de la decisión de que nuestros clientes recuerden o no nuestro sitio está en nuestras manos.
Lo interesante es que podemos estimular directamente el cerebro de del visitante por medio de las experiencias que ha tenido en el pasado. Por ejemplo, si tienes una web de alimentos y expones la imagen de un jugoso filete de carne que resalte su brillo es probable que al usuario se la haga agua la boca.
O si tienes una web de un hotel y pones una frase como ‘¿recuerdas el olor a mar?’, junto a una foto de una playa, es posible que estimules la memoria emocional del visitante y lo lleves a experimentar esa sensación.
Transmitir sensaciones
Un ejemplo. En la portada de Escapada Rural podemos ver un slide con fotos de campos y hogares acogedores, con la frase ‘Tu escapada rural con tu pareja’. Las imágenes transmiten naturaleza, paz, tranquilidad, calidez. Todas, emociones.
Y justamente la finalidad de toda experiencia de marca es el estímulo de las emociones porque son estas las que se quedarán grabadas en la mente. ¿Recuerdas las constantes referencias a la felicidad de Coca-Cola? La compañía, a través de imágenes, vídeos y frases (‘La chispa de la felicidad’), quiere transmitir el estado de bienestar que puede darte el refresco gasificado.
También hay que fijarse en el lenguaje. Debes definir si utilizarás un tono formal, informal, de cercanía o de lejanía. En el mundo digital se prefiere lo informal, aunque puede que tengas un estudio de abogados por ejemplo, caso que sería totalmente diferente.